Y es que nada mas publicar mi post anterior me he dado cuenta que merece la pena hacer un post específico de los riesgos asociados.
No quiero asustarte, pero si prevenirte. Seguramente gracias a películas como Terminator todos tenemos en la cabeza los riesgos de que las máquinas tomen el control del planeta y sometan al ser humano.
De momento creo que son escenarios de eso, películas.
Pero tenemos algo que proteger frente a estas nuevas tecnologías, y es nuestra identidad.
Soy el primero que pruebo con mucha ilusión todas las nuevas webs que a través de una supuesta inteligencia artificial prometen niveles de eficiencia en tu día a día como nunca vistos.
FaceID y los lectores de huella desbloquean el móvil, tengo cámaras en casa que mediante reconocimiento facial se conectan a mi carrete de fotos e identifican y me informan de quien están en casa, con synthesia creo contenidos sin tener que contar con un modelo real, con descript soy capaz de crear podcasts con mi voz sin tener que mover los labios, mi reloj mide todas mis constantes continuamente, tengo páginas web que controlan mis reservas de hoteles para avisarme si hay precios mas baratos, genero imágenes con DALL-E en base a términos de búsqueda que seguro que Google utiliza o utilizará en el futuro para sus fines... Y ni hablar de Siri y Alexa, que incluso con el sistema de vigilancia de éste último sabe absolutamente todo de mi.
Siempre digo que tienes que dejar que la tecnología trabaje por tí, pero ten cuidado de no comprometer una de las cosas más importantes y únicas que tenemos, nuestra identidad.
Imagínate lo que puede pasar si estos rasgos de tu identidad caen en malas manos. El DeepFake ya es una realidad, y tan sólo necesitan datos, así que mi aviso, mucho cuidadito a quién concedes acceso a tus datos biométricos, a tu cara, a tus fotos y a tus pensamientos. La suplantación de la identidad tradicional puede quedarse en un juego de niños.
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