No me refiero sólo a nosotros como personas y a la necesidad de estar en continuo movimiento para no perder nuestro equilibrio, sino a los sistemas y aplicaciones que nos rodean.
Las actualizaciones de nuestros móviles, de Windows, de Office, y de la infinidad de aplicaciones y sistemas que utilizamos día tras día tienen 3 objetivos principales:
Protegernos de amenezas: según este estudio, el 54% de los ciberataques podrían haberse evitado si se hubiesen tenido todos los sistemas actualizados.
Garantizar el mejor funcionamiento y evitar fallos (o bugs) en la programación.
Añadir nuevas opciones o funcionalidades.
Mira si deben ser importantes que la agencia espacial europea (ESA) ha decidido hacer la actualización de su sonda en marte Mars Express. Sólo que va a tener que hacerlo a 90 millones de kilómetros de distancia y nada más y nada menos que sobre un modernísimo Windows 98.
Y esta vez no es para cerrar vulnerabilidades, sino porque se han dado cuenta de que el software que utiliza almacena las imágenes sin comprimir, así que la memoria se llena enseguida y solo puede escanear un espacio pequeño, antes de enviar los datos de vuelta a la Tierra.
Para terminar, unas cifras rápidas sobre la importancia de las actualizaciones (parcheado):
El 57% de las filtraciones de datos se atribuyen a una gestión de parches deficiente.
El 37% de las víctimas de infracciones confirmaron que no escanean sus sistemas en busca de vulnerabilidades.
El 48 % de las 3000 empresas encuestadas informaron una o más filtraciones de datos en los últimos dos años.
El 34 % de las víctimas de infracciones sabían que eran vulnerables antes de que sufrieran la intrusión.
El 74% de las empresas no pueden parchear lo suficientemente rápido porque no tienen suficiente personal.
El 65% de las empresas afirma que es difícil priorizar los parches.
Según Edgescan, el tiempo promedio para parchear vulnerabilidades de alto riesgo aumentó en un 22,9 %, de 64 días en 2017 a 83 días en 2018.
En 2018 se publicaron 16.555 vulnerabilidades de seguridad (CVE)
92%: Porcentaje de aplicaciones web con fallas o debilidades de seguridad que pueden ser aprovechadas.
El 82 % de los empleadores informan una escasez de habilidades en ciberseguridad y el 71 % cree que esta brecha de talento causa un daño directo y medible a sus organizaciones.
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